Resulta que mi playa favorita ya no existe.... !!

El temporal de este invierno trajo una marea llena de piedras que se quedaron en la playa... ese temporal causó un montón de destrozos en numerosos lugares de la costa del cantábrico, y en Donosti incluso llego a destrozar gran parte del paseo nuevo.

En su momento confiaba en que una marea igual de agresiva llegase y se llevara de nuevo todas esas piedras, de la misma forma que las trajo... pero parece que no está siendo así.

Es increíble la fuerza del mar, de la naturaleza... lo que puede darnos y a la vez lo que puede destrozar! y nosotros seguimos sin prestarle atención, sin cuidarla, sin ser conscientes de que nos la estamos cargando...

Espero que para cuando realmente seamos consicentes no sea demasiado tarde!!
Por el momento, yo este verano me quedo sin mis peñas rojas en Bakio.

Suma y sigue...